El ciclo menstrual es una parte fundamental de la salud femenina que influye en múltiples aspectos del bienestar físico y emocional. Aunque la menstruación ya no es el tabú que solía ser, muchas mujeres desconocen cómo sus fluctuaciones hormonales afectan su rendimiento deportivo, su estado de ánimo y su comodidad diaria. Conocer qué prácticas evitar durante la regla puede marcar una diferencia significativa en cómo te sientes y en tu capacidad para mantener una vida saludable y activa. A continuación, exploramos las decisiones que debes reconsiderar durante tu período para proteger tu bienestar y optimizar tu autocuidado.
Errores comunes en la actividad física durante la menstruación
Uno de los mitos más persistentes sobre la regla es que debes evitar completamente el ejercicio físico. Sin embargo, la realidad es que mantenerse activa puede aliviar el dolor menstrual y mejorar tu estado de ánimo. El problema no radica en moverse, sino en el tipo e intensidad de la actividad que eliges. Durante la menstruación, tu cuerpo experimenta cambios hormonales significativos que afectan tu rendimiento: los estrógenos y la progesterona alcanzan sus niveles más bajos, los músculos reciben menos oxígeno, tus reservas de hierro disminuyen y tu frecuencia cardíaca aumenta. Estos factores combinados hacen que te fatigues más rápidamente y que tu recuperación sea más lenta.
Ejercicios de alta intensidad que debes evitar en los días de mayor flujo
Las rutinas de entrenamiento de fuerza con cargas elevadas no son recomendables durante los primeros días del período. Tu cuerpo simplemente no está preparado para soportar ese nivel de exigencia cuando las hormonas están en su punto más bajo. Los ejercicios de alta intensidad tipo HIIT también deben posponerse, ya que demandan una energía y capacidad de recuperación que tu organismo no puede proporcionar eficientemente en este momento del ciclo menstrual. Además, los movimientos que implican presión abdominal intensa pueden incrementar la incomodidad y empeorar los cólicos. En lugar de forzarte con sesiones extenuantes, opta por actividades más suaves como caminar durante cuarenta minutos, realizar ejercicio aeróbico ligero o practicar yoga. Estos deportes permiten mantener la circulación activa sin sobrecargar tu sistema en un momento de vulnerabilidad.
La importancia de escuchar las señales de tu cuerpo durante el ciclo menstrual
Adaptarte a las diferentes fases de tu ciclo puede transformar tu relación con el deporte y mejorar significativamente tu rendimiento deportivo a largo plazo. Durante la fase folicular, que abarca aproximadamente del día cinco al catorce, tus niveles de energía aumentan y resulta ideal para ejercicios de alta intensidad en períodos cortos. La fase ovulatoria, entre los días catorce y diecisiete, representa tu momento de máximo rendimiento al inicio, aunque debes tener precaución con el entrenamiento de fuerza hacia el final debido al mayor riesgo de lesión. La fase lútea, del día dieciséis al veintiocho, se divide en dos etapas: en los primeros días tu rendimiento sigue siendo adecuado, pero a partir del día veinticuatro comienza a disminuir, siendo recomendables los ejercicios cardiovasculares a ritmo continuo. Finalmente, durante la menstruación propiamente dicha, que dura entre tres y seis días, tu rendimiento alcanza su nivel mínimo y conviene limitarte a actividades suaves como caminatas tranquilas o sesiones de yoga restaurativo. Ignorar estas señales naturales y empeñarte en mantener tu rutina habitual puede resultar en fatiga crónica, mayor riesgo de lesiones y una recuperación más lenta.
Alimentación y hábitos que pueden empeorar los síntomas menstruales
Lo que comes durante tu período tiene un impacto directo en cómo te sientes. Muchas mujeres experimentan antojos intensos de alimentos específicos debido a los cambios hormonales, pero ceder a ciertas tentaciones puede agravar los síntomas menstruales en lugar de aliviarlos. La retención de líquidos es uno de los efectos más molestos de la regla, comenzando habitualmente entre cinco y siete días antes del inicio del sangrado. Este fenómeno puede provocar un aumento de peso aparente de uno a dos kilos o incluso más, además de sensación de hinchazón generalizada.
Alimentos procesados y su impacto en los cólicos menstruales
Los aperitivos y snacks salados, aunque resulten tentadores, contribuyen significativamente a la hinchazón abdominal y a la retención de líquidos. El exceso de sodio presente en estos productos procesados hace que tu cuerpo retenga más agua de la necesaria, intensificando la sensación de pesadez e incomodidad. En su lugar, incorporar frutas y verduras frescas en tu alimentación puede ayudarte a mantener el equilibrio hídrico y aportar los nutrientes necesarios para sobrellevar mejor el dolor de regla. Los alimentos ricos en potasio, como plátanos y aguacates, son especialmente beneficiosos para contrarrestar los efectos del sodio. Además, ciertos alimentos ultraprocesados contienen ingredientes inflamatorios que pueden exacerbar los cólicos menstruales y afectar negativamente tu bienestar femenino general.
Bebidas que intensifican la retención de líquidos durante el período
No solo importa lo que comes, sino también lo que bebes. Las bebidas con alto contenido de cafeína, aunque proporcionen un impulso temporal de energía, pueden aumentar la deshidratación y empeorar los síntomas de ansiedad y estrés asociados con las fluctuaciones hormonales. El alcohol también debe limitarse durante la menstruación, ya que interfiere con la regulación hormonal natural y puede intensificar tanto el dolor menstrual como los cambios de humor. Las bebidas azucaradas provocan picos de glucosa en sangre seguidos de caídas bruscas que afectan tu nivel de energía y tu estado emocional. Opta por agua abundante, infusiones de hierbas sin cafeína o agua de coco natural, que además aporta electrolitos beneficiosos para combatir la retención de líquidos sin los efectos adversos de otras opciones menos saludables.
Decisiones de estilo de vida que afectan tu bienestar menstrual

Más allá del ejercicio físico y la alimentación, existen hábitos cotidianos que pueden hacer que tu experiencia menstrual sea más llevadera o considerablemente más difícil. La gestión emocional durante estos días resulta especialmente importante, ya que las hormonas afectan no solo tu cuerpo sino también tu mente y tu capacidad para enfrentar situaciones cotidianas.
Privación de sueño y su relación con el dolor menstrual
Dormir suficiente es crucial en cualquier momento, pero durante la menstruación el descanso adecuado se vuelve aún más importante. La privación de sueño intensifica la sensibilidad al dolor, lo que significa que tus cólicos menstruales se sentirán más intensos si no duermes las horas necesarias. Además, la falta de sueño afecta negativamente tu capacidad cognitiva, algo especialmente relevante si tienes que realizar tareas que requieren concentración durante tu período. Un estudio publicado en Pain demostró que los dolores menstruales pueden afectar significativamente la forma en que pensamos y sentimos, por lo que programar exámenes importantes o pruebas que demanden máxima concentración durante estos días no es recomendable. Tu rendimiento mental no estará en su mejor momento y el resultado podría no reflejar tus verdaderas capacidades. Prioriza dormir entre siete y nueve horas durante tu regla, y considera usar protección menstrual cómoda para dormir, como bragas menstruales o copas menstruales, que te permitirán descansar sin preocupaciones ni interrupciones.
Estrés y actividades extenuantes que debes reducir durante tu período
El estrés afecta a tu cuerpo de múltiples formas, pero durante la menstruación su impacto se amplifica. Las actividades extenuantes que demandan mucha energía física o mental deberían posponerse cuando sea posible. Aunque las fluctuaciones hormonales no son excusa para ser antipática con quienes te rodean, sí es importante reconocer que tu umbral de tolerancia puede estar más bajo de lo habitual. Practicar técnicas de gesti ón emocional como la meditación, la respiración profunda o simplemente tomarte momentos de pausa consciente puede ayudarte a mantener el equilibrio. Evita también la exposición a contenidos emocionales intensos: ver películas especialmente tristes cuando ya te sientes vulnerable puede bajar aún más tu ánimo sin ningún beneficio. En cuanto a procedimientos estéticos o médicos que impliquen molestias, como la depilación con cera, el láser o incluso las visitas al dentista, es mejor programarlos para otros momentos del ciclo. Durante la menstruación eres más sensible al dolor debido a los cambios hormonales, específicamente la disminución de estrógenos, lo que hace que estos procedimientos resulten considerablemente más incómodos de lo habitual.
Cuidados personales y prácticas de higiene durante la menstruación
La higiene menstrual adecuada va más allá de simplemente usar compresas o tampones. Las decisiones que tomes respecto a los productos y rutinas de cuidado personal pueden influir en tu comodidad, tu salud reproductiva y tu bienestar general durante estos días.
Productos de higiene íntima que pueden causar irritación
Cambiar regularmente tu protección menstrual no es solo una cuestión de comodidad sino de salud. Usar la misma compresa o tampón durante todo el día constituye un error común que puede favorecer infecciones e irritaciones. La recomendación general es cambiar estos productos cada tres o cuatro horas, independientemente del nivel de flujo. Las copas menstruales, aunque pueden permanecer insertadas hasta doce horas según el modelo, también requieren una higiene estricta durante su vaciado y reinserción. Las bragas menstruales representan una alternativa cómoda y ecológica, pero igualmente deben cambiarse con regularidad para mantener una higiene adecuada. Evita también el uso de productos perfumados para la zona íntima, ya que pueden alterar el pH natural y provocar irritaciones. Tu cuerpo ya está lidiando con cambios hormonales significativos, por lo que añadir químicos innecesarios solo complica las cosas. Opta por productos de higiene íntima específicamente diseñados para respetar el equilibrio natural de tu zona genital.
Rutinas de ejercicio inadecuadas que comprometen tu comodidad menstrual
No se trata solo de qué ejercicios haces, sino también de cómo los realizas y con qué ropa. Saltarse completamente el gimnasio durante tu período es contraproducente, pero tampoco debes forzarte a mantener tu rutina habitual sin adaptaciones. Si decides entrenar, elige ropa deportiva apropiada que te brinde soporte sin comprimir excesivamente. Un sujetador deportivo adecuado es especialmente importante durante la menstruación, ya que un estudio de Women's Wellbeing de Brisbane indica que los niveles de estrógeno y progesterona provocan hinchazón e inflamación en el pecho, haciéndolo más sensible de lo normal. Usar tu sujetador habitual si experimentas dolor o sensibilidad mamaria solo añade incomodidad innecesaria. Además, evita los ejercicios que te supongan cierta complejidad técnica durante los días de mayor malestar. Tu coordinación y concentración pueden verse afectadas por las fluctuaciones hormonales, aumentando el riesgo de errores en la ejecución que podrían derivar en lesiones. Prioriza movimientos sencillos, controlados y de baja a moderada intensidad que te permitan mantener la actividad física sin comprometer tu seguridad ni tu comodidad. Recuerda que el objetivo durante la menstruación no es alcanzar tu máximo rendimiento, sino mantener tu cuerpo en movimiento de manera sostenible y respetuosa con sus necesidades particulares en esta fase del ciclo. El autocuidado durante estos días no implica detenerte por completo, sino adaptar inteligentemente tus actividades para apoyar tu salud femenina de manera integral.
